Durante el mes de julio tuve la oportunidad de participar como integrante del equipo de apoyo técnico en el capítulo general que se llevó a cabo en la localidad de Ariccia (Roma).

Mi rol consistió principalmente en ayudar a los capitulares a resolver dificultades con los equipos computacionales y a gestionar el sistema electrónico de votaciones. No era una tarea compleja, pero la barrera del idioma a veces dificultaba poder dar una respuesta más clara a quienes solicitaban ayuda.

Volviendo a la experiencia en el capítulo, esta fue una posibilidad muy valiosa para compartir con hermanos viatores de las diferentes provincias.

Ello significó una experiencia privilegiada para comprender de mejor manera, a través del testimonio de ellos, la realidad actual y los desafíos de la Congregación en los distintos países en donde estamos insertos.

A pesar de no estar presente en los trabajos de las comisiones que preparaban las cuestiones y decisiones capitulares, el poder convivir cotidianamente con ellos en las comidas, en los descansos y en las sesiones plenarias me permitió conocer por primera vez la dinámica de reflexión y acción de un capítulo general. Por último, es indispensable destacar el recuerdo del encuentro con el Papa Francisco en la Ciudad del Vaticano, quien compartió con nosotros -y con otras 4 comunidades religiosas- un mensaje lleno de esperanza y desafíos para la vida consagrada.

Agradezco a Dios por todo lo vivido y espero que otros hermanos chilenos jóvenes también tengan esta misma oportunidad en el futuro.

1. Tomás Villalobos Herrera, csv.