Viatores en Chile

La presencia de los Clérigos de San Viator en Chile comenzó el 16 de noviembre de
1957, cuando llegaron a Viña del Mar dos hermanos viatores provenientes de España:
Saturnino San Martín y César Elorrieta. Apenas unos meses después, en marzo de 1958,
asumieron la dirección del Colegio Parroquial San Antonio, fundado por el sacerdote Félix
Ruiz de Escudero, antiguo alumno del Colegio San José de Vitoria, dirigido por los
Clérigos de San Viator.
El 2 de febrero de 1962, la congregación estableció una nueva comunidad en la
finca La Laguna de Curacaví, donde administraron una escuela primaria durante cuatro
años.
En 1963, el 4 de marzo, se inició una etapa importante con la apertura del Colegio
San Viator de Ovalle, ubicado en la Cuarta Región.
En marzo de 1964, la congregación recibió una invitación de la Sociedad para la Protección de la Infancia y se hizo cargo del complejo educativo Las Nieves, en Puente
Alto. Allí permanecieron durante 27 años, dejando una huella profunda en la formación de
los estudiantes y la comunidad educativa.
El 24 de febrero de 1980, los viatores asumieron la parroquia El Divino Salvador, en
Ovalle, reforzando su presencia pastoral en la región.
El 15 de agosto de 1987, la Delegación de los Clérigos de San Viator de Chile
alcanzó el estatus de Región, consolidando su autonomía dentro de la congregación. Un año después, en 1988, los primeros asociados chilenos asumieron sus compromisos con la congregación, enriqueciéndola con su carisma laical.
En 1989, la congregación inauguró el Colegio San Viator en Macul, en la Región
Metropolitana. Cinco años más tarde, en 1994, comenzaron las clases en el Liceo
Politécnico El Señor de Renca, fortaleciendo su compromiso con la educación técnica y la
promoción social.
La misión viatoriana se extendió más allá de las fronteras de Chile en junio de 2001, cuando el hermano José Antonio Izaga y el padre Luis Trigueros llevaron el carismaviatoriano a Alto Beni, Bolivia.
El 9 de febrero de 2003 marcó un hito significativo: la creación de la provincia de
Chile. La sede provincial se estableció inicialmente en la comuna de La Florida y, en 2018,
se trasladó a una casa contigua al Colegio San Viator de Macul.
En enero de 2005 se inició la experiencia del noviciado CLAC, en Puente Alto, con
un grupo de novicios de la fundación de Haití.
En 2007, los Viatores asumieron la administración de una parroquia en
Cochabamba, Bolivia, misión que mantuvieron hasta finales de 2019. Ese mismo año,
comenzaron las clases en el Colegio San Antonio de Villa Alemana, un nuevo proyecto
educativo.
Uno de los logros más destacados en años recientes fue la creación del Centro de
Orientación Vocacional Querbes en Viña del Mar, como parte de las prioridades del
capítulo general de 2012. Este centro se ha dedicado a ofrecer un espacio de acogida,
reflexión y oración para jóvenes, fomentando el discernimiento vocacional y la promoción
de nuevas vocaciones viatorianas.
En 2019, la provincia asumió la parroquia San Juan Evangelista en Viña del Mar,
que había sido atendida previamente por un viator durante doce años. Además, el 19 de
agosto de 2019 se creó la parroquia «La Inmaculada» en Ovalle, como resultado de la división de la parroquia «El Divino Salvador»
La provincia también cuenta con tres casas de retiro: en Olmué (Región de Valparaíso), Sotaquí (Ovalle) y Puente Alto (Santiago), que sirven como espacios para la
oración, la formación y el encuentro comunitario.
La historia de los Viatores en Chile está marcada por el sacrificio, la generosidad y
la entrega de muchos religiosos y asociados que han dedicado sus vidas para que Jesús sea conocido, amado y adorado.
Actualmente, bajo el liderazgo del P. Marcelo Lamas Morales, superior provincial
desde 2015, la provincia continúa su misión con renovado compromiso. En su tercer
mandato, que abarca el período 2023-2026, sigue guiando a los Viatores en su labor de
evangelización y servicio.
Esta historia sigue viva, siendo escrita día a día por cada miembro de la comunidad
viatoriana, en su incansable esfuerzo por construir el Reino de Dios.